El cangrejo con rostro de samurai Heikegani 平家蟹, es una especie de cangrejo nativo de Japón, con la particularidad de que en su concha se puede observar una figura que asemeja una cara humana . se cree localmente que estos cangrejos son reencarnaciones de los guerreros Heike vencidos en combate en la batalla de Dan no Ura como se cuenta en la Heike Monogatari "el cuento de los Heike".
Heike Monogatari.
En el año 1185 el emperador del Japón era un niño de siete años llamado Antoku. Era el jefe de un clan de samurais llamados Heike, que estaban empeñados en una guerra larga y sangrienta con el clan Genji. Cada clan afirmaba poseer derechos ancestrales superiores al trono imperial. El encuentro naval decisivo, con el emperador a bordo, ocurrio en Dan-no-ura en el mar Interior del Japón el 24 de abril de 1185. Los Heike fueron superados en numero y en tactica. Muchos murieron a manos del enemigo. Los subrevivientes se lanzaron en gran número al mar y se ahogaron. La Dama Nii, abuela del emperador, decidio que ni ella ni Antoku tenían que caer en manos del enemigo. La Historia de los Heike cuenta lo que sucedio después:
El emperador había cumplido aquel año los siete de edad, pero parecia mucho mayor. Era tan hermoso que parecía emitir un resplandor brillante y su pelo negro y largo le colgaba suelto por la espalda.
Con una mirada de sorpresa y de ansiedad en su rostro preguntó a la Dama Nii:
-¿Dónde vas a llevarme?
Ella miró al joven soberano mientras las lagrimas rodaban por sus mejillas y... lo consolo, atando su largo pelo en su vestido color paloma. Cegado por las lagrimas el niño soberano junto sus bellas manitas. Se puso primero cara al Este para despedirse del dios de Ise y luego de cara al Oeste para repetir el Nembutsu.
La Dama Nii lo agarro fuertemente en sus brazos y mientras decia "en las profundidades del océano esta nuestro capitolio", se hundio finalmente con él debajo de las olas.
En ejemplo del Heikagani fue usado por Carl sagan en su serie de television Cosmos como un ejemplo de selección artificial inintencionado la historia cuenta que los cangrejos que asemejan la figura de un samurai enojado son regresados al mar y los que no tienen esta figura son recolectados para consumirse.
Sin embargo Carl Sagan estaba equivocado en este aspecto ya que los heikeganis adultos alcanzan un maximo de 30 milimetros de tamaño lo que hace que los pescadores los regresen al mar a pesar de que tengan en su caparazón la figura de un samurai o no.
Gracias a Miguel Dr. Mnike por la idea para el Post. Hasta Pronto!
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